El órgano superior de la Campaña lo constituyó el estado mayor, liderado en lo político por el presidente Mora y en lo militar por el general José Joaquín Mora y por su segundo al mando de las tropas, el coronel Lorenzo Salazar, quien fungió como jefe de división.
Al ser las cuatro de la tarde de ese día, las tropas costarricenses, con el toque de degüello, marcharon comandados por el coronel Lorenzo Salazar, quien con sus 280 hombres debía, formando un semicírculo hasta situarse al sur, atacar el frente y los costados de la casa; el capitán José María Gutiérrez, con 200 hombres, tenía que desplegarse por el costado izquierdo de Salazar y rodear la casa por el norte, tomando la loma que está atrás; la única salida de escape para los filibusteros. Los dos cañoncitos, dirigidos por el capitán Mateo Marín, acompañaban la retaguardia de Salazar. El escuadrón de caballería quedó en el callejón de entrada, esperando que el enemigo fuera desalojado para atacarlo a campo abierto. Por último, la tropa de Moracia, en número de 200, se mantuvo formada en el mismo callejón que la caballería, para resguardar la retirada en caso necesario.
El coronel Lorenzo Salazar se disponía a ordenar la quema de la casa de la hacienda, cuando Gutiérrez y el coronel José Manuel Quirós con sus hombres la asaltaron y se apoderaron de ella. La casa fue invadida por todos lados, y los filibusteros, hallando salida por la loma, huyeron en tropel, y aunque perseguidos y diezmados por todas partes, lograron muchos escaparse.
Emilio Gerardo Obando Cairol
Material del Libro “Los Generales Blanco y Salazar” de la Asociación de Genealogía e Historia de Costa Rica.